Programa del festival exilio 3.0

¿Por qué el exilio?

Elegimos la experiencia del exilio porque intuimos que hay potentes vinculaciones no desarrolladas que pueden complejizar esta noción inscripta en la historia argentina. Nos interesa indagar específicamente qué relaciones pueden establecerse en el ámbito de las producciones culturales que aborden las problemáticas vinculadas al exilio (desde diversos lenguajes artísticos poesía-ensayo, narrativa, pintura, audiovisual, fotografía, etc.). Esta exploración nos posibilitará construir un libro en formato material y digital y un archivo en construcción permanente que siga desarrollados los primeros resultados de la investigación, a la vez que los socialice. A partir de la construcción de estos materiales, pasaremos a la segunda fase que será en 2013 cuando confluiremos en un festival artístico y multidisciplinario que trabaje a partir de los “exilios” encontrados.

Si bien no adquirimos aun un sustento teórico, ni definimos o descartamos líneas de investigación, si podemos afirmar que en 2013 se cumplen treinta años de la vuelta a la democracia con lo que eso representa para la sociedad en su conjunto. Treinta años donde se ha realizado un enorme trabajo institucional (en sentido amplio) refundando la concepción de «libertad» y ensanchándola en los procesos políticos de adquisición de derechos, culturales, de comunicación, etc.. Es por eso que intuimos que a partir de esa reapropiación se ponen en juego nuevas capas espaciales (de formato y contenido) que intentan pensar la noción de exilio desde otras perspectivas y niveles de reflexión que lo (re)vitalizan.

Una de nuestras aperturas posibles es abrir el campo de la patria argentina hacia otra patria exiliada, donde se encuentran artistas. Por ejemplo, Cortazar y el checo Milan Kundera, ambos exiliados son naturalizados franceses el mismo dia, después de la llegada de la izquierda al poder galo. De esta manera, vemos dos exilios que se encuentran, también dos literaturas que, en realidad ya se conocen.

Este paso, de la Argentina a Francia con Cortazar, y de Francia a Europa Central con Kundera, nos abre una historia del exilio argentino enriquecida de otros exilios. Se incierta así esa experiencia en una historia mundial.

Por eso creemos que es tan importante observar desde lo macro que se sintetiza como historia argentina reciente, así como en lo micro es decir en experiencias biográficas y también en las diversas expresiones artísticas que habilitan también a (re)construir esa gran historia.

Nuestra intención es hacernos preguntas, así como a las biografías de quienes han vuelto y quienes han preferido seguir en sus “nuevos” lugares pero preguntar acerca del acá y ahora, en cómo se construye esta democracia que cumple treinta años y en ese hacer, cómo se resuelven los estigmas y traumas.

Lo cierto es que «exilio» no es estático sino que son lógicas estructurales que se dan en determinados contextos, por múltiples razones. Puede ser que la influencia de una política económica determinada origine éxodos y exilios, (grandes-pequeños) pero estos fenómenos se dan en conjunto, superpuestos, las personas migran, se exilian políticamente o no, buscan nuevos horizontes, nomadizan sus vidas temporalmente, se exilian activamente, se van de las ciudades buscando nuevas maneras de vivir en mayor relación con la naturaleza, o deciden encontrar trabajos, o becas de estudios, o se exilian de las vidas que han construido y quieren dejar atrás, o se exilian aun viviendo en un mismo lugar de las instituciones que los contienen… en fin, son infinitas las posibilidades así como personas, las ideas que hacen posibles esos tránsitos…

Más allá de la impronta política que conlleva la noción del exilio, nuestra voluntad es abrir la pregunta para pensar la relación subyacente que se puede dar a múltiples formas del «exilio» con el fin de generar diversidad, complejización y lecturas que mejoren las maneras de entender la historia explorando su multiplicidad a través de sus distintas manifestaciones y pensar «el exilio» no solamente como fracaso sino como renacimiento.

En síntesis, podríamos decir que esta investigación tiene como fin explorar el exilio desde su complejidad más que entender solo el concepto desde la lógica de la violencia.

Investigar y mostrar como dos épocas del exilio argentino, la dictadura y la crisis “económica” del 2001, generaron además de dolor experiencias muy distintas y, en cada caso, cambios radicales en la vida de sus protagonistas. ¿que emergentes culturales se pueden observar en esos dos casos? ¿Se puede vincular las experiencias, las subjetividades que aparecen en obras ? ¿Se puede hablar de un arte del exilio?

Pero también se puede complejizar de otra forma el exilio, ya menos visto como un destierro sino como una condición de posibilidad para realizar una obra. Por ejemplo, el filósofo palestino Edward Saïd parece adoptar su condición de exiliado como necesaria a su posición de intelectual: para él, ser un intelectual es exiliarse, adoptar un punto de fuga desde donde se puede empezar a ver el mundo, lo que se contrapone a cualquier reivindicación identitaria: “ser un Árabe, un Negro o un Indonesio independiente y poscolonial, no es un programa, ni un proceso, ni una visión. No es más que un proceso cómodo desde donde el verdadero trabajo, el duro trabajo, puede empezar”.

Nos dice que el exilio es una condición, necesaria pero no suficiente, para empezar un proceso creativo. Se espera de un autor que se separe de su lugar inicial y, desde la distancia encontrada/sufrida, revele aspectos oscuros o ángulos ciegos o invisibles para los que se quedaron.

 Programa del festival:

 Album de fotos del festival:

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Facebook del festival:

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El Festival Exil contó con los apoyos:

Fondo Nacional de las Artes

CRIA

Declarado el Festival de interés cultural por el Ministerio de Cultura.